martes, 21 de enero de 2014

Piki y el Silencio



Piki

No podrás negarme que al ver esta foto, algo te detiene. Navegás despreocupada y te encontrás con ésto. No podés creer la vulnerabilidad, la ternura y la compasión que te produce. Y de ahí no te movés. Pronto te vas a enterar que ésta es una foto del pasado, pronto vas a ver a Piki en la actualidad y te vas a preguntar cómo puede ser que se trate de la misma perrita.

¿Qué pasó por la vida de Piki?
Pasó Vanina.

Yo la conozco a Vanina. Por eso te digo que tampoco es algo tan fácil de explicar. Vanina es compleja. Ella coquetea con el silencio todo el tiempo, y el silencio siempre queda rendido a su pies. En medio de toda una vorágine de opiniones grandilocuentes, sabiondas, gritadas, impuestas...Vanina camina a través de las peripecias del proteccionismo, tan suavemente, que nunca la notás.

Vanina es una especie de ser humano casi etéreo. Es menuda y delgada, habla bajito, sonríe delicadamente, y se pone colorada con mucha facilidad. La mirada la traiciona. A pesar de los suaves ojos claros, esa mirada trasmite como una especie de fortaleza, una seguridad, una determinación; que no se encuentra tan a menudo como desearías.

Piki hoy
Ella tiene muy ocupado su tiempo. Trabaja y estudia. Es una mujer independiente. Realiza operativos de castraciones en lugares impensados, es hogar de tránsito, rescata perritos y además colabora directamente con un merendero un tanto alejado de aquí. No te puedo decir mucho más de Vanina, no creo que le gustaría mucho que la expusiera. Ella prefiere el silencio, ése que se rinde a sus pies.

Pero cuando vos te topás con la foto de Piki, y después ves quién la publicó, sonreís...Porque bien sea que sea una foto vieja como en este caso, bien sea que se trate de una foto actual, si se trata de Vanina, vos sabés que es algo definitivamente temporario. Y sonreís por ese rescatado que tuvo la suerte de caer en manos de alguien que lo va a sacar a flote mientras coquetea con el silencio.

La sencillez de Vanina es lo que la hace compleja. Su preocupación y su solidaridad parecen tan naturales y simples como el agua. Te aconseja, te explica, te enseña como si fuera un arroyito que fluye entre muchos ríos y mares alocados. Sin nunca perder su naturaleza. Como si lo que te trasmite, lo supiera todo el mundo.

En su hogar, donde aloja a los sin dueño que rescata, es donde ella fabrica sus pequeños milagros. Pacientemente y con notable expertiz, cada uno entra a ser parte de una "manada muy feliz" y la recuperación es inevitable. Luego, como hormiguita, publica y publica como una más, hasta dar con el hogar indicado.

Para los que conocemos a Vanina, su silencio es música. 

Vanina no figura. Vanina le escapa a la exposición. No discute on line. No opina públicamente de las actividades de los demás. No se da a conocer. No necesita ser reconocida pero también cierto es, que no tiene el tiempo para buscar ese reconocimiento. Ella siempre está ocupada, siempre está rescatando o ayudando a otros rescatistas. Calladita.

Protección
Y me las imagino a las dos, a Piki y a Vanina frente a frente, arropadas por el silencio. Alineando sus miradas, una prometiendo amor y la otra prometiendo sanación. Una dejando caer las ventanitas de sus ojos aliviada, descansando por fin. La otra acariciando y arrullando la piel yerma y lastimada de la primera. Y me emociono de sólo imaginarlas. Porque sé que fue asi. Porque yo conozco a Vanina.

Vanina es una hermosa mujer que no se percata de su belleza. No se da cuenta. Por eso es tan tímida. Es extraordinario ver como elementos que parecieran antagónicos de unen en tal armonía en una persona. Cómo alguien tan suave puede llegar a trasmitir tanta fortaleza. Yo la he visto estresada, sobrepasada por la preocupación de su Lilica que tiene una enfermedad delicada. He sabido de su frustración de perritos reproduciéndose en áreas que ella casi tenía controladas mediante la castración. Pero sin embargo, algo me dice, que a Vanina no la van a vencer. Ella siempre va a encontrar la manera de seguir caminando hacia sus metas tan bonitas.

Yo, por ejemplo, siempre voy a estar allí para ella. Y se que no soy la única. Si algún día Vanina necesita convertirse en mochila por un tiempito, varios la vamos a cargar con gusto. Estas son las cosas que produce Vanina.

Es el encantamiento de su misterioso silencio. Ése que se rinde a sus pies.










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