Dios te cambia los planes,
nos dice Gabriel en su publicación. Se refiere a que salió en familia a
comer pizza pero algo se cruzó en su camino. El cambio de planes de Dios
era una perrita tirada inmóvil en un bulevard cerca de la pizzería a la
que se dirigían. La perrita tenía el lomo lastimado y sus patitas
traseras se notaban inmovilizadas.
No
hubo mucho tiempo para pensar. En realidad creo que Gabriel y su esposa
no consideraron pensar nada...simplemente se pusieron en acción. Esa
perrita anónima estaba a punto de ser rescatada. Acondicionaron su auto,
la subieron y partieron a su hogar. ¡Adios a la pizza!
Madraza |
La perrita
lloraba...y lloraba...y lloraba... Estaba herida, había sido
atropellada. Lo más lógico sería pensar que lloraría de dolor. Estaba en
un lugar extraño, lo mas lógico sería pensar que estaba asustada. Sus
patitas estaban paralizadas, lo mas lógico sería pensar que lloraba de
impotencia . Pero no. La esposa de Gabriel "se imaginó" que podría tener
cría y que lloraba por ellos.
"¿Se imaginó?" ... ¿o Algo le pasó ese mensaje en ese momento? La maravillosa "imaginación" fue pura intuición, o puro Mensaje. Porque era exactamente lo que estaba ocurriendo. Y así, comenzaba amigos, una historia TOTALMENTE feliz.
Al
otro día, rumbo a la veterinaria, Gabriel pide un milagro. En realidad
son dos los que pide, pero el primero es que la perrita pueda caminar a
pesar de verla en ese estado preocupante de inmovilidad. Un milagro
imprescindible para producir el segundo, la Negra tiene que caminar para
llevarlos a sus cachorros. Y el milagro llega, el vete la pone en el
piso, y la perrita se incorpora y ¡camina!.
De
regreso en el lugar en el que fué encontrada, caminando con esfuerzo,
la perrita finalmente los guía directamente hacia un puente. Debajo de
él, siete cachorritos. Solo cuatro sobrevivientes, uno de los cuales en
estado delicado.
Hoy
están calentitos en su casa. Medicada la mamá, en franca recuperación.
Cómoda, amparada, alimentada, acariciada, segura tal vez por primera vez
en su vida. Y junto a sus bebés. A sus amados bebés. Esos que la
llenaron de angustia cuando se veía alejada con la noche fría que
reinaba en este día de invierno.
Entonces nos dice Gabriel, que ésta es Una historia a medias feliz... .
Porque no supieron antes de los cachorros, porque tal vez pudieron
salvarles la vida a todos ellos, porque la noche fría sin su mamí
dándoles calor les pudo haber llevado la vida. La historia es agridulce
para nuestro amigo Gabriel.
Salvados de la muerte, calentitos. |
Pero Gaby se equivoca.
Junto
a su esposa, él produjo un pequeño milagro. Efectivamente Dios les
cambió los planes, porque en ese viernes 5 de julio de 2013, cerca de
las 23 horas, Él decidió que tenían que producir nada más ni nada menos
que eso, un pequeño milagro.
Rescataron
una madre con todas las letras en medio de la nada, en medio de la
oscuridad de la noche. La apapacharon sin dudar, la curaron y pudieron
comprender su llanto como si ella les hubiera hablado. Y regresaron,
casi con certeza, para encontrar a sus bebés. Y los rescataron también. Y
le devolvieron el alma a esta perrita desesperada.
Y
se hicieron cargo. En silencio, en privado. Como se hacen estas cosas.
No lamentándose, no "avisando" mientras se sigue de largo, no rogando
por ayuda en algo que saben que pueden hacer. Haciéndolo. ¿Y nos decís
que es una historia a medias feliz?
Se
comprende que el ideal de los ideales hubiera sido rescatar felizmente a
toda la familia completa. Pero somos humanos, no podemos lograrlo todo.
Tenemos límites, tenemos circunstancias que nos condicionan. Y eso lo
sabe bien Dios. Estoy segura que el plan era rescatar lo que rescataron.
Del resto se encarga el Jefe.
Gabriel:
hoy tenés pensionistas en tu hogar. Inesperados, sin invitación previa,
sin pedir permiso. Pero allí están. VIVOS. Son criaturas de Dios. Como
nosotros, ellos también son Sus criaturas. Y te tocó a vos el encargo. Y
lo cumpliste.
¿Has
visto en la red, cuántos encargos de éstos aparecen a diario a tantas
personas ? ¿Has visto cuantos sordos y ciegos hay entre nosotros? ¿Has
visto cuantos hipócritas? ¿Has visto cuantos cobardes? ¿ Has visto
cuántos cómodos?
Bebé con mucho sueñito |
Los protectores
colapsan cada día de la infinidad de pedidos de auxilio, que crecen
exponencialmente. Los abruma la impotencia y se llenan de angustia. Cada
"pedido de ayuda" dispara en ellos la desesperación, porque no pueden
rescatar todos los perritos que lo necesitan. Porque cuentan con muchas
palabras pero pocas ayudas. Porque son pocos. Porque los perritos son
muchos. Porque hace frío. Porque ésto no puede ocurrir...pero ocurre.
Los veo a diario lamentarse pues no pueden con todo. Ellos también sienten que producen historias felices a medias, ya que ahí afuera siempre hay otro por rescatar. Ellos caen a menudo en el mismo que error que vos.
Y
no debiera ser así. Debieran tener siempre presente su infalibilidad.
Aceptarla y vivir con ella. Dios nos hizo imperfectos para que no
fuéramos absolutos sino siempre, parte de algo. Cada aporte, es una
semilla que se suma. Y es tan valioso como el mayor de los aportes. Es
el que la Vida nos permite dar. Porque en su suma, de hace el gran
cambio. Gran cambio que algún día llegará, porque hay mucha gente con
semillitas en la mano, de las cuales seguramente, surgirá el mas bello
de los prados.
Siempre
me llenan de ternura en sus momentos de frustración. Porque yo los veo
como lo que son. Personas jugadas por una meta bella a más no poder. Y
veo que pasito a paso, perrito a perro, gatito a gato, salvan y salvan
vidas sin parar.
Por eso en tu caso, Gabriel, permitime el atrevimiento de una corrección.
Tu
historia, ésa que empezó con un cambio de planes un viernes de invierno
cerca de una pizzería, es una historia ... TOTALMENTE feliz.
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