martes, 16 de abril de 2013

No Puedo


No puedo...

No tengo un mango. Mi casa es muy chica. Tengo seis perros y dos gatos, me encantaría rescatarlo pero no hay lugar. ¡Mi perro es super territorial, lo va a matar si lo rescato!. No estoy en todo el día en casa. A mi marido no le gustan los animales. Vivo con mis viejos.

Estás en problemas. Porque digas lo que digas, la verdad es que SÍ se puede. El problema es que se parte de preconceptos muy rígidos de lo que significa rescatar un perrito abandonado en la calle. Y es todo lo contrario. Mirá, tenés un gran menú de opciones, diferentes formas de participar de un rescate. Si alguien te pide que al rescatar, te hagás cargo de todo, se equivoca. Hay muchas personas ayudando todo el día, sólo hay que pedir la colaboración.

Y sino, mirá la historia de Austin y las hermanas Garro.

Austin era un perrito del barrio de Belén y su hermana. Vivía en una casa con muchos perros más, mejor decir, vivía en la calle. Estaba desnutrido a juzgar por sus costillas. Ningún buen futuro para él. Asi que se pasaba los días tirado como lo ves en la foto, haciendo nada, porque ni energías tenía.

Las chicas decidieron ir al rescate. Sin alimento, sin dinero, sin tránsito, sin lugar en casa para meterlo, sin movilidad para llevarlo a una Vete. Pero con determinación. Entonces le sacaron una foto y pidieron ayuda para Austin. Corría el 17 de marzo.

Conocí a Belén hace unos meses cuando fuimos sólo dos en una reunión fallida que había convocado por su preocupación acerca de los perros de la perrera de Ciudad. Conversamos un buen rato. Ahí supe de su pensamiento, y de la voluntad de colaborar en lo que fuera ya que , al no tener recursos, aparentemente pocas posibilidades tenía de actuar directamente. Me cayó bien de entrada, porque vi en ella la madera necesaria.

Austin permanecía en las calles del barrio, y desde allí, las chicas se hicieron cargo. Curándolo, alimentándolo con lo poco que tenían. Pero pronto llegó la ayuda. Varias colaboraciones, una madrina de bien lejos y una madrina de bien cerca. Llegó también el traslado indispensable para controlarlo con el Vete. Y la vida de Austin dió un giro.

No alcanzaron a recuperarlo del todo, eso sí, las costillas ya habían desaparecido de la vista. Y no alcanzaron porque muy rápidamente apareció un hogar para Austin. 

En plena recuperación
Tampoco te voy a engañar, no siempre los acontecimientos se dan tan rápido. Pero la cuestión es que Belén y July no se planteaban el apuro. Simplemente estaban rescatando, aunque les llevara tiempo. Ya no estaban solas. A veces las adopciones tardan mucho tiempo en aparecer, eso produce desgaste y angustia. Como que no podés creer que nadie se interese por perrito tan hermoso, dulce, cariñoso, atento, obediente e inteligente. Los rescatistas de corazón, siguen difundiendo una y otra vez. Sin pausa. Siempre con la ilusión del hogar definitivo para el rescate. Que tarde o temprano, llega.

La clave del rescate, lo único que tenés que tener en mano, sí o sí, es RESPONSABILIDAD. El tránsito, alimentos, gastos veterinarios, traslados...todo llega de una manera u otra porque se está en un contexto de mucha solidaridad. Hasta de la paciencia te podés hacer si es necesario. Pero la responsabilidad la tenés que tener incorporada desde el mismo instante en que decidís rescatar. Sino, cerrá  los ojos, y seguí de largo. Si no tenés responsabilidad, no te merecés ese perro escuálido y deprimido que puede morir si no es rescatado. No te lo merecés. Seguí de largo, seguí con tu vida.

Lo que nos han demostrado Belen y July, es el ejercicio de la responsabilidad respecto de su rescatado. Y de como teniendo este atributo, un rescate siempre será exitoso. Lo alimentaron, lo llevaron al vete, lo recuperaron, le dieron mas y mas amor. Y Austin empezó a sentirse diferente, a sentirse bien. La vida las premió. Y las premió rápido.

El 9 de Abril, Pame hizo contacto con Austin a través del Face. 

Y al parecer, ya no pudo sacárselo de la mente. Eso es lo que generalmente pasa cuando contactan por primera vez adoptante y adoptado. Se vinculan de una manera especial.

Empezó a consultar aquí y allá . A vos qué te parece. Vos que decís. Gize, que miren el Face rápido. Mañana hablo con la Yaya. Pame pendiente de la fotito de Austin, tirado en la calle. Pame sintiendo cierta urgencia. No se trataba de cualquier perro, la cosa era con Austin.

En casa!
El 13 de Abril, Belén era etiquetada en un álbum muy especial "Su primer noche en casa". Y decía: "Austin muy contento con su nuevo buzo!!! Se adaptó mas que bien, tiene compañía y ya hasta juega.  Ahora están hecho un manojo los tres durmiendo, mi vida... Ah! Y comió muuy bien gracias a Dios.... un plato re grande"

En menos de un mes, Austin pasó de ser un perrito abandonado a la buena de Dios a miembro de una familia para siempre. A tener su bucito bello. A comer como desatado. A dormir bajo techo todas las noches. A recibir caricias y cuidados.

El tiempo pasará y Austin crecerá feliz. Luego olvidará para siempre su infancia triste y llena de hambruna. Ya no se tratará mas de sobrevivir comiendo basura, sino de tener una vida llena de bendiciones. Todo porque al verlo tirado así en la calle al salir de su casa, Belén y July pensaron de todo...menos de "No Puedo".


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